martes, octubre 17, 2006

Ahora no sólo me equivoco, también miento

“La comprensión humana no es simple luz sino que recibe infusión de la voluntad y los afectos; de donde proceden ciencias que pueden llamarse "ciencias a discreción". Porque el hombre cree con más disposición lo que preferiría que fuera cierto. En consecuencia rechaza cosas difíciles por impaciencia en la investigación; silencia cosas, porque reducen las esperanzas; lo más profundo de la naturaleza, por superstición; la luz de la experiencia, por arrogancia y orgullo; cosas no creídas comúnmente, por deferencia a la opinión del vulgo. Son pues innumerables los caminos, y a veces imperceptibles, en que los afectos colorean e infectan la comprensión.”

FRANCIS BACON Novum Organon (1620)

Estaba tratando de escribir sobre este asunto hace bastante tiempo y no podía terminarlo. Me preguntaba por que y ahora creo que encontré la respuesta.

Reconocer que me equivocaba diariamente fue un aprendizaje que se incorporó de tal manera en mi vida que al escribir sobre ese asunto no sentí ninguna vergüenza. Pero ahora, reconocer públicamente que miento!! Eso es mucho.

Descubrí que si publico un articulo donde voy a mostrar algunos estudios que dicen que los seres humanos mentimos y además se atreven a decir que otros animales también lo hacen, soy obligada a incluirme. ¡¡¡Y yo pensaba que no mentía!!!

Bueno ya lo dije, mentimos, y me incluyo ¿que más puedo hacer?

Mentimos varias veces al día. Le mentimos a los otros y además nos mentimos a nosotros mismos. Omitimos, disfrazamos, ocultamos, maquillamos o disimulamos. Usamos varias formas creativas de hacer con que nuestra mentira parezca menos mentirosa pero no dejamos de mentir.

¿Por que mentimos? Bueno, no es muy difícil. Mentimos por que funciona, sólo eso.

Mentimos por que al hacerlo conseguimos lo que queremos. Mentimos, dicen los estudiosos, porque la naturaleza favorece el artificio como una manera de sobrevivir...De este modo, algunas plantas y otros animales consiguen algunos bellos camuflajes para engañar a sus presas o a veces a sus futuros amantes. Esto sin duda, me dejó bastante aliviada, la mentira no es una característica apenas de los humanos.

Algunos estudiosos del comportamiento animal, principalmente de primates superiores, afirman que ellos también se utilizan de algunas artimañas para conseguir sus objetivos. Cuanto más compleja la red social más sofisticada es la forma en como ellos y por deducción nosotros los humanos nos fuimos transformando en expertos en el arte de negociar, blefar o disimular. Todo esto claro sin ningún juicio de valor, apenas como un medio de mantener la especie.

Entonces aceptando la hipótesis que somos mentirosos ya que lo hacemos con aquellas mentirillas que no nos parecen mentiras como cuando nos maquillamos, usamos peluca o cuando decidimos omitir algunas informaciones o cuando sonreímos y decimos buenos días, y en realidad el día no es nada bueno, o cuando para no herir algún sentimiento decimos lo contrario de lo que pensamos. En todas estas situaciones se necesitan ciertas habilidades para ser un buen mentiroso.

Un buen mentiroso es aquel que nos engaña y, obviamente, al hacerlo, no nos damos cuenta que nos está traicionando con la verdad. Este mentiroso seguramente se dará mucho mejor en la vida que un mal mentiroso.

Pinocho, por ejemplo, era un mal mentiroso. Mentía tan mal que le crecía la nariz entonces todos se daban cuenta que estaba mintiendo. Un buen mentiroso, no demuestra que miente.

Y como se consigue esto?

Gracias al autoengaño, dice el psicólogo evolucionista Robert Trivers. ¿Irónico no?

Nos molestamos tanto cuando descubrimos que somos engañados por otro ser humano pero aparentemente no nos damos cuenta y no nos importamos tanto como nos mentimos a nosotros mismos.

Según Trivers, el autoengaño es una forma de estar adaptados al medio ya que sin este mecanismo en épocas remotas nuestros ancestrales habrían sido detectados en sus mentiras y castigados de formas un poco más severas que las actuales.

El gasto de energía para poder mantener una mentira es muy alto y siempre hay algo que nos delata, un gesto, una mirada, un movimiento de las manos. Es demasiado difícil mantener un secreto eternamente. Entonces que hacemos, nos contamos un cuento y pasamos a creer en él, así de hecho sentimos que ya no estamos mintiendo.

La hipótesis del autoengaño de Trivers es bastante polémica pero no deja de ser interesante. Explica por ejemplo como casi un país entero entra tranquilamente en una guerra por motivos que a los ojos de otros no tiene ningún sentido. Explica también varias creencias que aparentemente no tienen fundamento y responde incluso a algunas interrogantes como la facilidad que tienen algunos políticos de decirnos cosas que después parece que fuimos nosotros que tuvimos algún tipo de alucinación auditiva al escucharlas.

En fin, o por fin, me costó bastante aceptar mi propio autoengaño, que en este caso era afirmar que no mentía nunca, pero me sirvió para estar atenta a cuantos otras historias me cuento con el primer fin de parecer a mi misma que no miento cuando en realidad, por menor que sea la mentira y por más necesaria que sea, siempre será una forma de engañar al otro con algún objetivo que nos traerá algún beneficio inmediato o futuro.

Dialogo de R.Trivers con N. Chomsky, donde discuten el papel del autoengaño y de la mentira en los comportamientos humanos, desde impresionar al sexo opuesto hasta algunas invasiones como la de Iraq (en youtube y escrito)

varios estudios

Why We Lie

6 comentarios:

ADCL dijo...

Siempre tuvo sentido para mi el hecho de que autoengañandonos podiamos mentir mejor, obviamente al creer que es verdad lo manifestamos de esa manera y sale naturalmente...

Como en mi vida diaria, vivir honestamente es parte de mi forma de actuar, aceptar que también miento era algo que me costaba manejar, pero ahora siento que es más normal de lo que pensaba, incluso al aceptarlo en mi misma he podido hacerlo también con los demás.

Pero de todas maneras siempre hay una escala de valores, y hay mentiras que no me nacen y que por lo tanto me duelen cuando soy victima de ellas. Decir mentiras no te hace necesariamente una mentirosa! existen mentirillas como le llamas...

Por cierto ayer me maquille como nunca antes lo habia hecho... y todos me dijeron que me veia linda :-)

Catalina dijo...

adcl,
Yo creo que decir mentiras será siempre mentir, mentirilla, mentironas o mentiritas. El tamaño no importa.

Claro que de ahi a ser una mitomana es otra cosa!!!

Que bueno recibir elogios, verdaderos!!!

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Pame Recetas dijo...

Nada fácil aceptar públicamente que mentimos. Te has dado cuenta que cuándo una lo declara todos miran como pensando "esta es una anormal". Difícil aceptar nuestras debilidades a nosotros mismo, más aún a los cuatro vientos. "YO MIENTO" ¿usted no?

Catalina dijo...

Pamela,
No sabes lo dificil que fue escribir este articulo. Una cosa es explicar la teoria, otra es identificarse con ella y aceptarla en uno mismo. Aceptar que somos humanos y que como tales tambien mentimos, omitimos, nos engañamos... en fin, asi somos.