La Visita

Ojos lagrimeando, presión en la sien, mandíbula apretada. Ya no se puede pensar en más nada, sólo el dolor invade los sentidos.

A veces llega despacio, como que se anunciando: te vengo a saludar, estoy entrando, ándate preparando.

Otras veces aparece así de sopetón, sin ninguna educación y se instala sin el menor pudor.

Nauseas… la cosa va de mal en peor.

Bolsa de hielo, luz apagada, drogas legalmente recetadas, silencio.

Espera, ya pasa, ya se va.

Y sabes que siempre volverá