
Entre mis recuerdos preferidos esta las tardes pasadas en un antiguo café en el centro de Santiago.
Siempre que nos llevaban al cine para ver una matiné o para tomar té después de algún paseo terminábamos haciéndolo en este lugar.
Cuando llegábamos, bajábamos las escaleras corriendo contentos para encontrar una mesa que ya tenía sobre ella un canastito lleno de panes dulces y de otros tipos muy variados y algunas galletas.  No recuerdo haber tomado jamás un té.  
La mantequilla venia en bolitas pequeñas mojada con agua y nunca estaba ni muy blanda ni muy dura y de solo mirar como ya desfilaban en las bandejas los pedidos para las otras mesas nos impacientábamos de esperar.
Los mozos eran muy viejos, siempre los mismos y era con ese orgullo, que sólo los niños sienten, que yo imaginaba que mis abuelos eran muy importantes porque los mozos los conocían.
Cuando por fin llegaba nuestro pedido teníamos que ponernos de rodillas en la silla ya que los vasos eran tan altos que no los alcanzábamos.
-         coman despacio, decía mi mamá, para que no les duela la cabeza.  
Pero siempre me dolía, era tanto el helado de bocado, como se decía en esa época, con que llenaban los vasos que algo que todavía no investigo me sucedía, y una puntada entre las cejas era inevitable siempre que llegaba más o menos a la mitad de mi gran café helado.
Todo era exagerado en ese café.  La crema chorreaba hasta llegar al plato y si no tomabas cuidado al tomar los primeros sorbos, corrías el riesgo de perder bastante café y helado.  Había que ser hábil con la larga cucharita y la pajita.  Cada una se usaba en su debido tiempo.
Lo recuerdo como un lugar silencioso, de gente mayor, mesas y sillas oscuras y un gran salón redondo.
2 comentarios:
Más de alguna vez me tomé un café helado ahí!! Luego estaban los Savory, Paula y el Colonia...
Hace tiempo que no degusto un café helado...recuerdo a mi padre haciéndolos en casa...
Es que como los Cafe Helados del Santos no hay igual!
Ninguno tiene esa cantidad de helado, ni la misma cantidad de crema, faltan los pancitos, la mantequilla, el ambiente... en fin
otra cosa que ahora sólo para nuestra memoria
Super atento ah!!
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