Tengo muchas cajas, cajitas y cajitas más chicas todavía.  Me gusta guardar mis cosas en estos lugares cerrados y escondidos que sólo yo reconozco, por su diseño, su altura, su color.  Cada una de ellas guarda de algún modo un secreto, que no es un secreto en si, ya que las cajas las puede abrir quien quiera, pero ahí están ellas, cerradas esperando que alguien las abra.Hoy buscaba un poema que un día me hizo mi hija en mi caja de recuerdos y al abrirla, como tenia que pasar, todos los recuerdos que estaban en ella aparecieron.
Recuerdos de manos chiquititas escribiendo en papelitos con letras que casi no conocían pero que ya decían lo que sentían.
Recuerdos de cumpleaños, de fiestas, de buenos deseos.
Recuerdos de cada año que pasaba y venia con una carta, una tarjeta, un beso.
Recuerdos que venían de lejos o de cerca y que eran escritos sin fechas para el recuerdo.
Las manos de mis niños con sus letras más firmes diciendo lo mismo que habían dicho siempre, diciendo lo que sentían.
Papelitos guardados sólo porque un día uno de mis niños dibujo una florcita y escribió un beso.
Cuantos recuerdos tienen mis cajas de recuerdos.  
Cuantas palabras, voces e imágenes vuelven solo con abrirlas, cuantos momentos felices guardados para siempre.
Cuanto te recuerdo, aunque no abra las cajas de recuerdo, pero es en ellas que encuentro tus letras, tus cartas y de algún modo nuestra historia y hay días en que me gusta abrir la tapa y dejar que vengan todos los recuerdos.
2 comentarios:
As vezes tenho medo de abrir as caixas de lembranças. Parece que vou ser engolido por uma espécie de tsunami.
beijos
E, às vezes é melhor deixar algumas fechadas por um tempo, até os tsunamis virarem ventinhos.
Ou....deixar que a ventania leve tudo de uma vez
Sei la...
Beijos Enrique adorei o Blog
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