Hace algo así como 300 días su niño se fue a un país del norte. Era una despedida anunciada como todo lo que él hace, todo muy planeado con mucha antecedencia para que ningún detalle pudiera salir diferente de lo que él había proyectado.
Pero como en la vida ni todo se puede calcular con tanta precisión, bastó verlo partir para que su corazón comenzara a llorar.
Durante semanas corrió a la puerta pensando que era él quien llegaba, su emoción, como pasa a veces, demoro más que su razón para entender que faltaban largos meses para oír sus pasos nuevamente.
Mas, el tiempo fue pasando y el corazón se fue acostumbrando a estar lejos, a
escucharlo de otras maneras, a seguir estando a su lado como si estuvieran juntos, sufriendo con sus penas y alegrándose con sus conquistas.
Por fin este año acaba y él ya vuelve de esta aventura. Lleno de historias para contar, más maduro, diferente e igual.
Lo espera llena de alegría ya que sabe que otra vez los ruidos volverán por que con él no cabe el silencio.
Esta canción es para recibirlo
...Sou Fluzao!!!!
1 comentario:
Ahá... Tá ficando boa nisso heim? Dá-lhe Jorge Ben e dá-lhe Fluzão!!
Só + 4 dias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
MUUUUUIIITAS beijocas!
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