domingo, junio 04, 2006

Una mirona extranjera

Me encanta mirar a las personas, me gusta observarlas cuando piensan que nadie las ve.

Me gusta observar por ejemplo a las personas en las filas de supermercado. Algunas veces cuando están mas cerca y puedo ver sus compras me imagino quienes son, como viven, si son solos, si tienen hijos, si comen mucho o poco, si ganan bastante dinero o no tanto, si compran superfluos o si compran solo lo esencial.

Es increíble todo lo que uno se puede imaginar mirando una persona y su compra de supermercado.

- Era tarde él estaba solo, su compra consistía en un pan de molde, un jugo de naranja, dos cajas de leche, algunas frutas y cereales. Toca su celular y luego me pide para guardar su lugar en la fila. Vuelve con una botella de vino, un paquete de tallarines y un queso. Quedo contenta. Imagino que hará una comida para dos.

Me gusta mirar parejas en los restoranes, me gusta imaginar si son casados, si son felices, si se conocen hace poco o hace mucho, si son apenas amigos, si se están conquistando, si están enojados, si apenas uno quiere conquistar y el otro no quiere nada.

La expresión corporal a veces es tan evidente.

- Ella sonríe y pasa los dedos por el pelo él se inclina hacia atrás y respira hondo aumentando el tórax, después bien lento le dice algo casi en el oído, ella ríe alto e inclina un poco la cabeza hacia él.

Me gusta observar gente en librerías, en cada sección de libros hay personas diferentes y se comportan de forma distinta. Junto con los libros que miran y escogen observo como son, como se mueven, imagino cual será su profesión, su hobby, como será que cuidan de los libros, ¿será que los quieren como yo?

- Ella está en la sección de best seller y los mira con mucho interés. Está muy bien vestida, de la cartera a los zapatos todo como manda la moda. Es bonita y lo sabe. Ya tomó y hojeo varios, no sabe bien por cual decidirse, algunos le parecen más interesantes que otros, no alcanzo a ver cuales son. Pero su mirada es rápida, los toma, le echa un vistazo a la contra tapa y lo devuelve. Que será que busca? Es soltera, eso es definitivo. Por fin un libro le interesa, estoy tan curiosa que quiero levantarme de mi lugar y ver cual es, no puedo eso seria mucho. El último que tomó le gustó, sin pensar dos veces lo compra.

Me gusta también mirar la cara y los gestos de las personas que están solas, absortas en sus pensamientos. Me gusta cuando encogen los hombros, o mueven la cabeza para cima y para abajo aprobando algún pensamiento o algo que vieron pasar. O cuando fruncen el ceño y mueven la cabeza en señal de desaprobación y llegan a hacer un ruido con la boca, algo así como algunas tttttss juntas. O cuando con la mirada perdida en un paisaje o en un afiche se les levanta tan sutilmente los labios que casi no se nota que es una sonrisa y a seguir escuchamos un suspiro hondo y luego bajan la mirada.

Me gusta ver la cara de los que paran de caminar por que descubren que se les quedó algo o de los que se dan cuanta de no están donde querían estar y dan una media vuelta.

Y me encanta por sobre todo ver la cara de los que por fin después de un largo viaje llegan a su destino y alguien los espera. Me da tristeza ver la cara de quien llega y con la mirada busca y se da cuenta que no hay nadie.

Me gusta mirar a los turistas por que miran con otros ojos lo que nosotros vemos todos los días. Ellos los abren mucho y abren la boca haciendo ruidos que muestran sorpresa por algo que a veces ni miramos más. Los turistas casi siempre miran para arriba, lo miran todo, miran el cielo, miran las montañas y el mar, miran los edificios, miran hasta lo que nunca habíamos visto o lo que preferiríamos no ver. Algunos solo miran a través de sus cámaras fotográficas, otros ríen mucho en idiomas incomprensibles. Otros critican lo que no comprenden pero en general se encantan con lo que ven.

Los turistas son mirones por que para ellos todo es novedad, son extranjeros siempre que están de viaje, es así como me siento yo.

1 comentario:

ADCL dijo...

Tienes mucha imaginación, algo asi me pasa con las fotografias, las cuales me encanta porque ponen a trabajar mi imaginación, las observo y me hago una idea de tantas cosas, o construyo una historia a partir de ellas... me llenan y me emocionan...