Dios por que te quedaste en silencio? Estas dos grandes preguntas se hizo el Papa el domingo pasado en Aushwitzt, sin obviamente se preguntar donde estaba la iglesia católica, los hombres y las mujeres de fe y todos los pueblos que se callaron e hicieron caso omiso durante el
holocausto
Yo le respondo Sr. Papa. Dios estaba donde siempre ha estado. En la imaginación de los que prefieren creer que la injusticia y el crimen se resuelven orando.
En la imaginación de los que prefieren creer que las enfermedades se curan rezando y comiendo hostias.
En la imaginación de aquellos pobres seres que movidos por la fe y la buena voluntad creen en su iglesia o en todas las otras que les venden dioses a costos tan altos como el holocausto.
Es aquí que dios está y siempre ha estado, en la imaginación y en la venta de milagros y santos patrocinados e inventados por las iglesias.
Es por eso que dios no podía hablar ni estar en Aushwitzt. Seres imaginarios no tienen esta facultad.
Pero los seres humanos, incluidos los que hacen parte de las iglesias y de los credos y los que imagina dioses, donde estaban Sr. Benedicto? Donde estaba Ud.?
holocausto
Yo le respondo Sr. Papa. Dios estaba donde siempre ha estado. En la imaginación de los que prefieren creer que la injusticia y el crimen se resuelven orando.
En la imaginación de los que prefieren creer que las enfermedades se curan rezando y comiendo hostias.
En la imaginación de aquellos pobres seres que movidos por la fe y la buena voluntad creen en su iglesia o en todas las otras que les venden dioses a costos tan altos como el holocausto.
Es aquí que dios está y siempre ha estado, en la imaginación y en la venta de milagros y santos patrocinados e inventados por las iglesias.
Es por eso que dios no podía hablar ni estar en Aushwitzt. Seres imaginarios no tienen esta facultad.
Pero los seres humanos, incluidos los que hacen parte de las iglesias y de los credos y los que imagina dioses, donde estaban Sr. Benedicto? Donde estaba Ud.?
1 comentario:
Eso es lo más triste del mundo de los creyentes, ese tipo de preguntas sin respuestas... Pero sobre todo, lo que da más dolor es la respuesta a la pregunta que tú planteas, ¿Dónde estaban las personas?
Un abrazo
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