Jugando a ser invisible

Cuando era chica me encantaba una serie de televisión que se llamaba el Hombre Invisible. . Yo la veía en blanco y negro, no se si era por que en mi casa no teníamos televisor a colores o por que de tan antigua era así mismo.

En esta serie el personaje principal, el invisible, cuando quería ser visto se ponía unas vendas, sus anteojos oscuros y un sombrero. El era bueno, era el jovencito como se decía, y gracias a su invisibilidad podía ayudar a la policía a solucionar sus casos.

Como en todas las series de esa época, siempre le iba bien, invariablemente ganaba y los malos al final eran capturados.

Yo soñaba con ser invisible. Me imaginaba cuantas cosas podría hacer durante mi estado de invisibilidad y obviamente ni todos los sueños tenían objetivos tan nobles como los de mi héroe preferido. Es por esto que hoy me imagino que el personaje del libro original debe ser más verdadero que el de la televisión. Pero a mi me gustaba el del seriado.

Ahora, después de muchos años descubrí que podía ser invisible. La tecnología me dio esta maravillosa poción mágica y decidí usarla, tengo un blog.

Claro que es una pseudo-invisibilidad porque al final de cuentas uno siempre se muestra pero se muestra de un modo totalmente diferente casi diría yo sin mascaras.

Resolví probar como era jugar a no mostrarse mostrándose, apenas diciendo lo que sentía y pensaba. Sin rótulos, sin nombres, sin profesión, sin nacionalidad.

Quería ver que pasaba conmigo y con los que por algún acaso pudieran leerme cuando no decía antes mira yo soy… yo tengo… yo estudie…

Mas, para mi sorpresa, me fui dando cuenta que escribo las mismas cosas que hablo con las personas que me conocen bien. No asumo ninguna nueva personalidad, sigo siendo yo misma. Y al contrario de lo que imaginaba, me muestro todo el tiempo, sin los rótulos, pero me muestro al decir lo que pienso y siento.

Pero me gusta esto de creerme invisible a pesar de saber que no lo estoy siendo. Es como el niño que se pone anteojos oscuros y cree que nadie lo ve. Es un juego y me gusta jugarlo.

Y lo que mas me gustó en este juego fue descubrir que ser invisible es imposible, por lo menos para mí que opté por jugar con la verdad, por lo menos la mía.