viernes, junio 23, 2006

El Príncipe Sapo – apenas un cuento de hadas?


Descubrí que fui engañada. Eso mismo, traicionada por tantos y tantos años que ni vale la pena mencionarlos.

Pensaba que ya había pasado a limpio el cuaderno de mi vida, que ya me había encontrado con la mayoría de mis miedos, que ya había bajado de sus altares a mis ídolos de pies de barro, como le gusta decir a mi madre, pero faltaba todavía esta decepción.

Justo a mí que me gusta tanto confirmar las historias y comprobar su veracidad. Yo, que siempre reformulo hipótesis y sslo me quedo con las más probables.

Lo más cómico es que este engaño no me provocó ni pena, ni rabia, al contrario me provocó mucha risa y un gran alivio.

Fui engañada por un cuento de hadas. Todavía no entiendo porque lo hicieron y creo que voy a necesitar un tiempo para poder comprenderlos y un proceso para poder perdonar a aquellos que me engañaron.

El cuento es El Príncipe Sapo y puede ser encontrado como Príncipe Rana en su versión original aqui

Toda mi vida me contaron el cuento que el tal príncipe había sido convertido en sapo por una bruja mala y que una princesa buena lo besa y lo convierte en príncipe otra vez. Y yo, siempre incrédula, creí.

Este relato puede que no sea importante para algunos, pero para algunas mujeres esto ha sido una referencia de vida. Conozco varias que andan por la vida besando sapos, ranas, lagartijas, baratas y otros bichos en la esperanza de que algún día se conviertan en príncipes y se casen con ellas. Pero para la tristeza de ellas hasta ahora ninguno se ha transformado en este lindo personaje. Lo que si he visto, son varios casos de príncipes consortes que durante la relación se fueron transformando en algo bien parecido a sapos, pero esto es otro cuento.

Por algún tiempo también creí en la existencia de estos híbridos sapos-príncipes y también salí besando algunos pero como sufro de una deficiencia crónica para la creencia pura y simple, verifique después de algunos intentos que esta hipotes no era la más probable, entonces decidí que era mejor parar de buscar sapos o seres mixtos de animales raros y personajes de cuentos de hadas y conformarme con un ser humano común y corriente, porque al fin y al cabo, yo tampoco salí de un cuento de hadas.

Pero resulta que ahora, ya bastante vieja o digamos bien adulta, descubro que la tal princesa no era así tan buenita como me la pintaron y el sapo-príncipe era un patudo chantajista.

A la pobre princesa obviamente le dio mucha rabia y asco besar un sapo, y a quien no!!
Lo que ella de verdad hizo después de aceptar amenazas y chantajes sólo porque él le hizo el favor de devolverle la pelotita de oro - linda ella tenia una pelotita de oro - y por ultimo le exigió dormir en su cama, fue tirarlo con todas sus fuerzas contra la pared.

Nada de besos!!!

No entiendo porque le cambiaron la historia a los hermanos Grimm! O será que entiendo?

Bueno, después de este golpe cualquiera entiende y el sapo rapidito se convirtió en príncipe y le contó una historia: que la bruja, que el reino, que bla, bla, bla, y por último que por eso era sapo. Y ella… me imagino, le creyó ya que por lo visto se casaron.

Esta será sin duda la versión que mis nietas, el día que las tenga, escucharán y espero que no salgan buscando ni aceptando sapos en la esperanza de convertirlos en príncipes.

Y además les voy a contar una historia de amor real, donde con mucho trabajo y mucho amor dos personas comunes se hicieron príncipe y princesa apenas para ellos.

Ojalá oyendo Silvio

“…Nada pudo tocarlos detrás de guantes.
Sólo pueden saberlo los igualmente”

(Silvio, siempre)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sería falso que escribiéramos ?:

"Conozco varios que andan por la vida besando sapas, ranas, lagartijas, baratas y otros bichas en la esperanza de que algún día se conviertan en príncesas y se casen con ellos. Pero para la tristeza de ellos hasta ahora ninguna se ha transformado en este lindo personaje."

Será que la mayoría de los hombres son malos y la mayoría de las mujeres son buenas?

Al parecer, una vez que decidiste "conformarte" no te fue mal, aunque claro, era sólo una persona "comun y corriente". Mejor hubiera sido un principe pero hay que conformarse.

Siempre me he preguntado por que las madres son tan ineficientes en la producción de principes. Al fin y al cabo ellas los paren y son cruciales en su educación. Creo sinembargo, que con algo de ayuda de la genética se elevará la produtividad en la producción de príncipes. Espero que lo mismo ocurra con la producción de princesas, porque tengo un príncipe de 12 años y no me gustaría casarlo con una rana cualquiera.

Catalina dijo...

Simbol,
Sería totalmente verdadero el cambio del genero.

Espero que tu príncipe encuentre una princesa.

Sylvia Rojas Pastene dijo...

Felicitaciones por tu blog, pero más por la calidad de tus escritos, me ha encantado leer, sobre todo porque escribes de una manera muy dinámica,clara,interesante, entonces, me pregunto, ¿por qué no hacerlo conocido?

Abrazos y felicitaciones...a verterlo donde más lo disfruten.

Catalina dijo...

Una amiga que escribe muy bien me dijo: se nota al tiro que no vives aqui te sale el portugués al escribir, y yo estaba convencida que escribia en castellano!!

ADCL dijo...

Me pregunto ¿Cual es la diferencia entre un sapo o rana, principe o princesa, y una persona común? de repente todos somos de la realeza o anfibios en potencia... lo que si creo es que partimos de ser personas comunes y corrientes, y podemos convertirnos (según la persona y la circunstancia) en una rana o una princesa de cuentos... lo que me encanta es la historia de amor que mencionas al final, en la cual ambos se convierten en principes el uno del otro... lo que no me gusta tanto es la palabra conformarme, tengo un problemita con esta...

Catalina dijo...

adcl, cuanto tiempo:
Tienes razón, la palabra “conformarse” no fue bien escogida. Talvez lo correcto seria decir “aceptar” y es eso lo que quiero decir.

Pero lo que a mi me sorprendió en el cuento era que no había beso!!!!